miércoles, 4 de diciembre de 2013

Problemas nutricionales de las sociedades desarrolladas

La producción mundial alimentaria es suficiente para proporcionar una dieta adecuada a todos los habitantes del planeta. A pesar de ello, hay notables diferencias entre los países desarrollados y los países en vías de desarrollo en el consumo de alimentos.

La sociedad moderna se caracteriza por disponer de más alimentos de los que le es posible consumir. En principio no existe limitación alguna respecto a la variedad de alimentos consumibles, ni siquiera a la posibilidad de adquirirlos, de modo que todo los habitantes de una sociedad industrializada tienen, teóricamente, acceso a una dieta bien equilibrada. En estos países, la desnutrición primaria por aporte insuficiente de alimentos, prácticamente ha desaparecido. La obesidad es el cuadro de malnutrición por exceso más frecuente y los trastornos del comportamiento alimentario empiezan a adquirir una relevancia preocupante.


En los países en vías de desarrollo, debido al déficit parcial o total de nutrientes, la desnutrición proteicoenergética es la causa más frecuente de hipocrecimiento. Adopta dos formas básicas: Una forma aguda, en la que se altera preferentemente el peso para la talla; y otra forma crónica con déficit de talla para la edad. Las principales causas de muerte y la patología dominante en los países en vías de desarrollo están directamente relacionadas con el consumo de dietas de valor calórico insuficiente y bajo contenido de nutrientes específicos.

La desnutrición, con independencia de estos condicionantes, es en la actualidad un problema universal que incide tanto en países ricos como en pobres.

Dificultades para relacionar dieta y enfermedad:

La alimentación ha cambiado de forma sustancial a lo largo del siglo XX en los países desarrollados. Las comparaciones internacionales de los patrones de enfermedad y dieta sugieren una fuerte relación. Sin embargo, esta asociación no parece tan evidente  si examinamos esos patrones de forma más exhaustiva  y hacemos un estudio individualizado por países.

La alimentación es sólo un aspecto más de un complejo de factores de estilo de vida muy distintos que pueden afectar a la enfermedad y es necesario tener en cuenta todos los factores.

Patologías relacionadas con la nutrición en países desarrollados:

La sobrealimentación característica de los países industrializados se relaciona actualmente con el incremento de enfermedades cardiovasculares, obesidad, neoplasisas, caries e incluso con el de otras, que presentándose en forma de trastornos psicológicos y anormalidades del comportamiento ocasionan problemas muy graves de salud. Es el caso de la bulimia y anorexia nerviosas. todas ellas constituyen las denominadas enfermedades de la sociedad de la abundancia.

En la siguiente figura se representan las tasas de mortalidad debidas a enfermedades relacionadas con la nutrición, en función del sexo.

Figura 1. Mortalidad por enfermedades relacionadas con la nutrición

La mejora general del estado nutricional en los países desarrollados, que va ligada a un aumento de las tasas de crecimiento durante la infancia, ha contribuido al descenso de las enfermedades infecciosas producido en el presente siglo. Por otra parte, durante las últimas décadas se ha adquirido conciencia de los nefastos efectos a largo plazo de la denominada plétora alimentaria, propia de los países desarrollados, y que se caracteriza por un exceso de alimentos hipercalóricos, con un elevado contenido en grasas y azúcares y pobre en hidratos de carbono complejos.

La investigación epidemiológica ha evidenciado una estrecha y coherente asociación entre la insaturación de este tipo de alimentación y el incremento de una serie de enfermedades crónicas no infecciosas, entre las que cabe citar a las llamadas grandes asesinas de la ciilización (cardiopatías coronarias, enfermedades cerebrovasculares, algunos cánceres), la diabetes mellitus, la obesidad y la anorexia, cálculos biliares, caries, patologías digestivas y afecciones osteoarticulares.

No es suficiente tener un mínimo de comida garantizado, sino saber "lo que se come". Según los desajustes nutricionales constatados en diferentes estudios, se hace necesario corregir la ingesta excesiva o deficiente de ciertos productos y encontrar el punto de equilibrio entre el aporte calórico y los diferentes de nutrientes. Una sociedad que se sedentariza no puede seguir consumiendo la misma cantidad de energía. Las necesidades cambian y se han de adecuar a través del reequilibrio de la dieta.

La alimentación mediterránea constituye una buena alternativa por la tasa de enfermedad coronaria extremadamente baja y el aumento de la esperanza de vida. Constituye una tradición centenaria que contribuye a una excelente salud, proporciona una sensación de placer y de encontrarse bien y forma parte de la cultural mundial. La pirámide describe un patrón alimentario que es atractivo por su palatabilidad así como por sus beneficios en la salud.


Figura 2. Dieta mediterránea: un modelo cultura para una alimentación sana.

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