Las ingestas recomendadas (IR) son estimaciones estadísticas relacionadas concretamente las necesidades de energía y nutrientes de grupos de población de diferente sexo y edad y por tanto o son estrictamente aplicables a nivel individual. Cuanto mayor es el individuo más complejos son los requerimientos y las variaciones en a capacidad de ingerir, digerir, absorber y utilizar nutrientes. De hecho, definir un individuo sano se hace más difícil a medida que avanza la edad debido fundamentalmente a la falta de datos sobre la población anciana sana.
En España, en el año 2001 se llega a un consenso sobre las necesidades nutricionales de la población que se publica bajo el nombre de Guías alimentarias para la población española, en las que en el capítulo "Guías dietéticas en la vejez" se establecen de forma oficial los requisitos nutricionales de la población anciana. A estas conclusiones se llega, en su mayor parte, tras el estudio detallado de los datos sobre los hábitos nutricionales en la población anciana aportados por el estudio SENECA (Suvervy in Europe on Nutrition and the Elderly)
Requerimientos nutricionales de la población anciana
Energía
Los ancianos pierden tejido magro y acumulan más grasa. Por ello las fórmulas habituales de cálculo de requerimientos calóricos deben ser modificadas para esta población:
Hombres + 60 años = 13,5 x Pero + 487
Mujeres + 60 años = 10,5 x Peso + 596
Proteínas
Las necesidades diarias son entre 0,8-1,0 g/kg de peso corporal. Debe tenerse encuentra la calidad biológica de la proteína; que será aún más importante en personas con poco apetito.
Grasa
La grasa de la dieta no debe aportar más del 35% de su energía. En función de su composición debe distribuirse de la siguiente forma: un 7-10% de ácidos grasos saturados (AGS), un 10% de ácidos grasos poliinsaturados (AGP) y el resto en forma de ácidos grasos monoinsaturados (AGM).
Hidratos de carbono
Es aconsejable que aporten el 50% del valor calórico global. Al menos 150 g de este nutriente son indispensables, y la mayoría debe ser aportada en forma de hidratos de carbono complejos.
Minerales y vitaminas
Las recomendaciones se muestran en la siguiente tabla:
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| Tabla. Recomendaciones en vitaminas y minerales para toda la población anciana. |
Agua
Debe asegurarse una ingesta mínima de agua, de entre 20-45 ml/kg de peso corporal. se recomienda que se beba a intervalos regulares y conviene resaltar la importancia de la toma de líquidos aunque no se perciba sensación de sed.
Son índices básicos de la calidad de la dieta:
- Perfil calórico (porcentaje de energía de los macrinutrientes y alcohol): hdratos de carbono 50%, grasas 35%, proteínas 15%.
- Calidad de la proteína (animal + leguminosa)/vegetal = 1.
- Hidratos de carbono simples < 10 % de la energía total.
- Calidad de la grasa (AGP + AGM/AGS) >2.
Algunas pautas dietéticas de interés son:
- Realizar actividad física acorde con las posibilidades.
- Prevenir o reducir la obesidad.
- Usar variedad de alimentos bajos en energía con alta densidad de nutrientes.
- Dar un papel prioritario a los platos en los que las leguminosas y los vegetales sean la base.
- Consumir alimentos protectores.
- Tener un alto y variado consumo de frutas y verdura.
- consumir aceites vegetales.
- Consumir bastante pescado.
- Beber agua a intervalos regulares aunque no se tenga sed.
- Moderar el consumo de azúcar.
- No usar mucha sal.
- Limitar el consumo de alcohol.
- Aumentar el consumo de fibra.
- Mantener una ingesta adecuada de vitamina D y calcio.
- Elegir alimentos de fácil masticación si es preciso Algunas veces en la preparación de estos alimentos se pierde una parte de las vitaminas por lo que puede ser conveniente tomar algún suplemento.
- Evitar el tabaco.
Como se puede observar en las recomendaciones españolas no se diferencia entre recomendaciones nutricionales para hombres y para mujeres y el grupo de menos edad para el que se hacen estas recomendaciones incluye solo a la población entre 60 y 69 años.
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