martes, 10 de diciembre de 2013

Dieta en la enfermedad renal crónica

La dieta para pacientes con enfermedad renal tiene por objetivo reducir la toxicidad urémica, retasar la progresión de la afección y revenir la desnutrición.

La finalidad de las recomendaciones dietéticas en la ER es diferente en las fases precoces que en las avanzadas, y en el paciente con tratamiento sustitutivo.

En las fases precoces, lo que se intenta es evitar aquellos factores que aceleran la evolución de la enfermedad renal. Una restricción proteica parece mejorar la evolución de la enfermedad. Para evitar la desnutrición se recomienda ingerir proteínas de alto valor biológico (carne o pescado). Asimismo, no debe reducirse en exceso la ingesta de agua y sal, ya que puede favorecer cierto grado de deshidratación que repercute negativamente en la evolución de la IR. En este estado la restricción de potasio y la utilización de quelantes de fósforo que disminuyen su absorción no es necesaria.

En las fases más avanzadas de la enfermedad, además de intentar retrasar su evolución, es importante prevenir la aparición de síntomas urémicos, y sobre todo evitar transgresiones que puedan pones al paciente en situación de riesgo (edema agudo de pulmón por exceso de líquidos y sal, arritmias por aumento del potasio  sanguíneo, etc.). En esta fase, además de reducir la ingesta proteica, se debe vigilar muy estrechamente el aporte de agua y sal. Se tendrá cuidado con los alimentos ricos en potasio y es necesario utilizar quelantes de fósforo (carbonato cálcico) para controlar la enfermedad ósea. Sobre todo en niños, aunque también parece ser beneficioso en adultos, se debe controlar la acidosis manteniendo el bicarbonato > 20 mEq/L. Los aportes de hierro, complejo vitamínico B y ácido fólico parecen necesarios en esta fase.


Composición de la dieta:

Es conveniente que realice 4 comidas al día, con una escasa cantidad de proteínas pero con una adecuada ingesta de calorías (energía), para lo cual deberá realizar: Desayuno, comida, merienda y cena, o bien, desayuno, almuerzo, comida y cena.

Los alimentos que se incluyen dentro de cada grupo (carne, pescado, huevo, pan y galletas, arroz, verdura y leche) pueden ser cambiados por otros según los gustos de cada uno, pero respetando más o menos las cantidades diarias que se recomiendan.

La dieta no es rígida, puede ser variada dependiendo de los gustos personales y de su imaginación. Únicamente se debe tomar conciencia de qué alimentos llevan más proteínas (como la carne, pescado, leche y huevos), potasio y fósforo para reducirlos en su dieta.

A veces, un alimento contiene una cantidad de potasio poco recomendada para su ingesta pero si podemos quitar potasio de esos alimentos se podrán tomar con seguridad.

Técnicas para bajar el potasio de los alimentos:

  • Dejar 12 horas en remojo y cambiar varias veces el agua, la verdura y la patata antes de cocinarla.
  • Doble cocción: hervir con abundante agua y cambar por agua nueva durante la cocción.
  • No aprovechar los caldos sobrantes de cocer las verduras para hacer guisados de carne o pescado.
  • Tomar las frutas en compota o en almíbar. En este último caso no ingerir el almíbar.
  • No emplear sopas de sobre ni caldos de carne o pescado.
  • No tomar alimentos precocinados como croquetas, canelones, pizzas, lasañas...
Inicialmente deberá pesar todos los alimentos para así ajustarlos a las cantidades recomendadas. Más adelante, a medida que se vayan acostumbrando a la cantidad a tomar, se podrán sustituir por medidas a ojo para no vovler excesivamente complicada la tarea de comer.

No debe abusar de ningún alimento. La mejor dieta es la dieta variada que no se centra en ningún alimento en particular.

Los alimentos pueden ser preparados a la plancha, al vapor previo remojo, brasa, parrilla, doble cocción y moderadamente fritos, guisados o estofados, asados y no aconsejamos los salazones, ahumados, enlatadas o conservas. Para volverlos más sabrosos puede añadirse una pizca de especias o añadir hierbas aromáticas.

Y aquí os dejo un vídeo en el que podéis informaros más ampliamente de la dieta en la enfermedad renal crónica.


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