El efecto de la composición dietética sobre la PA es un tema importante de salud pública. Numerosos estudios epidemiológicos y clínicos han demostrado una clara relación entre la elevada ingestión de sal y la PA, y ensayos han demostrado que la PA disminuye con la restricción de sodio.
Por lo tanto, la reducción de sodio contenido en la dieta disminuye la PA, siendo este efecto más marcado en ancianos y a largo plazo. Aunque no se añada en la mesa o al cocinar, se encuentra en casi todos los alimentos y, sobre todo, en las comidas procesadas. De cara al paciente hay que insistir el la selección de alimentos y también resulta favorable que aumente la disponibilidad de productos industriales bajos en sodio. Añadir también, que los suplementos de potasio reducen la presión arterial en hipertensos, pero no suelen necesitarse si se sustituyen alimentos ricos en sodio por otros ricos en potasio.
La terapia no farmacológica de la hipertensión arterial se basa en:1. La reducción de peso.
2. El ejercicio aeróbico.
3. La restricción de sal.
4. El abandono del tabaquismo.
5. Reducir el consumo de alcohol y cafeína.
6. Seguir una dieta que incorpora una serie de alimentos beneficiosos y restringe otros considerados perjudiciales para la salud.
Alimentos que debe evitar el paciente en su dieta habitual:
- Salmueras y ahumados.
- Verduras, frutas, zumos, carnes y pescados enlatados.
- Platos precocinados.
- Pan y cereales con sal.
- Embutidos, mariscos y moluscos.
- Derivados lácteos enteros, incluyendo muchas variedades de queso.
- Mantequillas, margarinas y salsas comerciales.
- Condimentos salados y cubitos de caldo.
Alimentos permitidos en su dieta:
- Lácteos bajos en grasa y sin sal.
- Pollo y carnes magras, frescos.
- Pescados blancos o azules, frescos o congelados.
- Cereales integrales sin sal.
- Legumbres y patatas.
- Verduras y hortalizas frescas y congeladas.
- Fruta fresca.
- Aceites de oliva y semillas.
- Hierbas aromáticas y especias.
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