domingo, 1 de diciembre de 2013

Dietas terapéuticas

A continuación os detallaré una lista de los diferentes tipos de dietas terapéuticas.

Las dietas terapéuticas se emplean como único tratamiento o como tratamiento combinado con otras medidas terapéuticas de determinadas enfermedades y sirven para curarlas o bien para compensarlas.

Son dietas progresivas que se adaptan a las diferentes etapas de la enfermedad: dieta absoluta, líquida, semilíquida, blanda, de fácil digestión y basal.

- Dieta absoluta:

El enfermo no debe o no puede ingerir ningún alimento por la boca como por ejemplo en casos de coma profundo, anorexia grave, postoperatorios o fistulas esófago-traqueal.

- Dieta líquida:

Los alimentos que la componen son de naturaleza líquida, de modo que pueden ser bebidos o ingeridos a través de una caña: agua, caldos de carne o vegetales, zumo de fruta sin grumos, infusiones, leche y preparados comerciales líquidos de nutrición enteral.

También pueden obtenerse alimentos líquidos añadiendo agua o caldo a harinas dextrinomalteadas o alimentos infantiles homogeneizados o preparados comerciales de proteína en polvo.

Cada enfermedad puede tener una dieta líquida específica. La dieta líquida en la que se permite únicamente la ingesta de agua se llama dieta hídrica.

Está indicada en postoperatorio, inmovilización del maxilar inferior por fractura, en caso de anorexias graves y en la ingesta inicial tras varios días de ayuno.


- Dieta semilíquida:

Se permiten alimentos líquidos y otros de naturaleza bastante fluida como el yogur, natillas, flanes, purés de patata o de sémoas, huevos pasados por agua y la manzana cocida.

La dieta triturada es aquella dieta que incluye los alimentos en forma de puré para minimizar el esfuerzo a realizar para su ingesta. Esta dieta está indicada en pacientes sin piezas dentales o con problemas de masticación.

Se utilizan distintos niveles de consistencia de los triturados y purés ajustados a cada persona. Entre las más habituales se encuentran:

  • Textura tipo néctar o de consistencia clara, bastante más líquida que la de un puré normal.
  • Textura tipo miel, de consistencia más espesa que el nivel anterior.
  • Textura tipo pudding, de consistencia aún más espesa que el nivel anterior. Se utilizan en los casos de disfagia de líquidos, situaciones en las que se controla peor la dirección de los alimentos al no formarse un bolo alimenticio como tal.

La dieta triturada en la que se eliminan los líquidos se llama dieta pastosa. Esta dieta está indicada en caso de enfermos neurológicos (accidentes vasculares cerebrales) que sufren alteración parcial de la deglución y que si ingieren líquidos pueden pasar a su vía respiratoria y provocar broncoaspiraciones.

- Dieta blanda:

Incluye alimentos de fácil digestión (deben estimular poco el aparato digestivo) con textura suave y blanda como la leche desnatada, yogur sémolas, patatas, arroz perlado, pastas alimenticias, pan de molde, carnes magras como el pollo y pescados blandos hervidos con agua o caldos suaves, jamón cocido, huevo pasado por agua, tortilla francesa, manzana hervida, purés de verduras, aceite de oliva, mantequilla, margarina, infusiones suaves y galletas tipo María.

Están contraindicados los vegetales crudos, los cereales completos, los fritos, los rebozados, los empanados, los guisos y las grasas en general (embutidos, carnes grasas, etc.).

Existen variedades de dietas blandas según las situaciones:

  1. Post-operatorio extradigestivo.
  2. Biliar.
  3. Úlcera gástrica.
  4. Astringente.
  5. Masticación fácil o protección dental (indicada en personas con problemas de la masticación, sólo se permiten alimentos que exijan una mínima trituración dentaria como la carne en forma de albóndigas, croquetas, hamburguesas o canelones. Es la única dieta blanda en la que se pueden incluir guisos, helados, fritos, etc.).


- Alimentación básica adaptada:

Existe en el mercado una amplia gama de productos presnetados en forma de purés o liofilizados que se deben reconstruir con agua, caldo, leche o aceite y postres con texturas y composición especiales adaptados a enfermos con problemas de deglución o de masticación.

Estos platos son de fácil preparación, homogéneos, son más seguros desde el punto de vista microbiológico que los tradicionales, cubren los nutrientes necesarios para la población a la que están dirigidos, hay una amplia variedad de sabores y aromas, tienen buena aceptación, se adaptan a necesidades específicas (sin gluten, sin lactosa, hipercalóricos, con bajo contenido en sodio y colesterol, para diabéticos,...) y algunos pueden ser financiados por la Seguridad social.

Los enriquecedores de la dieta son módulos de nutrientes o alimentos que, al ser añadidos a los alimentos de preparación casera, mejoran sus características nutricionales (mezclas de aminoácidos, compuestos de hidratos de carbono o lípidos y complejos multivitamínicos).

Los modificadores de la textura se utilizan en casos de disfagia. Entre los más utilizados para hidratar y nutrir a los enfermos se encuentran los espesantes formados por almidones o dextrinomaltosas, el agua gelificada (bebida saborizada en textura gel) y la bebida espesada, comercializada para consumir.

- Dieta de fácil digestión:

Incluye los alimentos con poca fibra vegetal y sin grasa: sopas, verduras hervidas con patata, carnes y pescados a la plancha, ensaladas sencillas y fruta cruda.


- Dieta basal:

Se considera dieta basal cuando los pacientes comen normalmente. Se parece a la dieta de fácil digestión pero no es una dieta casera habitual.

A partir de esta se derivan las demás.

Y así dejo terminado por hoy mi rincón de nuestro blog "Lo más vital". Buenas noches.

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