Alimentación para la anorexia o hiporexia.

La hiporexia es la pérdida de apetito o fala de deseo de comer y la anorexia es la falta total. Esta puede ser el síntoma de un gran número de enfermedades, tanto intestinales como extraintestinales.

Enfermedades intestinales relacionadas con la anorexia:

• Trastornos dentales o aftas orales.
• Candidiasis oral o esofágica.
• Espasmos esofágicos.
• Úlcera péptica.
• Estenosis pilórica.
• Enteritis regional.
• Hepatitis.
• Colelitiasis.
• Carcinoma de cualquier localización, etc.

Enfermedades extraintestinales relacionadas con la anorexia:
Manifestación atípica de enfermedad:

• Dolor crónico de cualquier etiología. 
• IAM. 
• Insuficiencia respiratoria. 
• Insuficiencia hepática. 
• Uremia. 
• Enfermedades inflamatorias: Arteritis de células gigantes… 
• Infecciones crónicas (TBC, endocarditis,…). 

Endocrinopatía:

• Hipotiroidismo/Hipertiroidismo. 
• Hiperparatiroidismo. 
• Enfermedad de Addison. 
• Panhipopituitarismo. 
• Diabetes mellitus. 

Tumores.
Depresión.
Alteraciones sensoriales.
Fármacos.
Tóxicos: alcohol, tabaco.

Medicamentos que provocan anorexia:

• Digoxina. 
• Antidepresivos IMAO. 
• ISRS (fluoxetina). 
• Antidepresivos tricíclicos. 
• Opioides. 
• Anticolinérgicos. 
• AINEs. 
• Hierro. 
• Fenitoína. 
• L-dopa. 
• Xantinas. 
• Alendronato. 
• Polifarmacia (4 o más fármacos). 

Es importante prestar atención a las preferencias alimentarias del paciente, conocer sus gustos para incluir en la dieta diaria los alimentos que más se gusten, incluiso se deben ofrecer fuera de los horarios de las comidas, siempre que le apetezca.

Se deben incluir alimentos que en poco volumen sean capaces de aportar mucha energía y variedad de nutrientes y evitar los alimentos poco energéticos y que sacien mucho como las ensaladas sencillas, sopas o caldos claros, etc.

Se puede aumentar el valor nutricional de los platos enriqueciéndolos con leche en polvo, queso rallado tipo parmesano, huevo completo, clara de huevo, aceite, mantequilla, mayonesa, crema de leche, azúcar, miel, mermelada o frutos secos.

Es aconsejable sustituir ciertas bebidas como las infusiones por otras más nutritivas como los batidos de leche con fruta o los zumos de frutas y hortalizas.

Soluciones para evitar la saciedad precoz y mejorar el apetito:

• Restringir los alimentos ricos en fibra por su elevado poder saciante. 
• Limitar la ingesta de líquidos en las principales comidas, para evitar que se llene el estómago antes de terminar de comer. 
• Beber de 30 a 60 minutos antes o después de las comidas. Evitar los alimentos muy calientes, optar por temperaturas templadas, que se toleran mejor, potencian el aroma de los alimentos y sacian menos. 
• Variar al máximo las cocciones, sabores y texturas de la dieta, teniendo en cuenta si existe alguna limitación en la persona a la hora de masticar, tragar, etc. 
• Cuidar la presentación y la condimentación de los platos para hacerlos más agradables y apetitosos. 
• Caminar con regularidad o hacer ejercicios suaves, también ayuda a estimular el apetito.