domingo, 15 de diciembre de 2013

Importancia de la dieta en la diarrea aguda

 La diarrea aguda se define como el cuadro caracterizado por la presencia de deposiciones incrementadas en frecuencia (más de 2-3 en el día), con alteración en la consistencia (generalmente líquidas), asociadas o no a síntomas generales (fiebre, escalofrío, náuseas o cólicos abdominales) y con duración no mayor de una semana. La diarrea aguda es uno de los motivos de consulta más frecuente en la consulta de pediátrica y una de las primeras causas de mortalidad infantil en el mundo.


El manejo nutricional es uno de los aspectos más importantes del tratamiento del niño con diarrea aguda. Durante la diarrea, la disminución en el consumo de alimetos, la pérdida y menor absorción de nutrientes y mayores necesidades de nutrientes (fiebre e infección), se combinan a menudo para causar pérdidas de peso y detención del crecimiento. El estado nutricional del niño se debilita y la malnutrición preexistente empeora. A su vez, la malnutrición puede agravar la diarrea, prolongarla y hacerla más frecuente en comparación con la enfermedad de los niños que no están malnutridos.
Las recomendaciones nutricionales actuales en la diarrea aguda establecen los beneficios de continuar con la alimentación habitual del niño debido a una serie de beneficios tales como:
  • Disminución de los déficits de proteína y energía.
  • Estimula la función intestinal y permite el mantenimiento de las enzimas digestivas.
  • Ejerce un efecto trófico sobre la mucosa del intestino delgado.
  • Disminución de las pérdidas fecales.
Por ello el periodo de ayuno absoluto deberá ser entre 6 y 24 horas, utilizando solamenta la fórmula de rehidratación por vía oral. Se deberá iniciar la ingesta con agua de arroz o con agua de arroz y zanahoria, sémola o sopas finas de cereales refinados. Se recomienda comer poca cantidad y frecuentemente. Paulatinamente se irá añadiendo arroz hervido, pollo o pescado hervido, pna blando tostado y jamón york. Antes de pasar a la alimentación normal se deben introducir el yogur, la carne o el pescado a la plancha, pequeñas cantidades de zanahoria o verduras hervidas y galletas tipo "María".
Dieta blanda para reintroducir alimentos:
  • Sopas de: arroz, verduras, pasta fina, pan. 
  • Verduras muy cocidas, mejor en purés y cremas y evitando las flatulentas.
  • Cereales: pan de molde, magdalenas, galletas, pastas alimentarias, arroz cocido, patata cocida y legumbre en puré.
  • Carnes magras: pollo, ternera, pavo, jamón cocido.
  • Pescados magros (blancos): gallo, merluza,...
  • Huevos: tortilla, pasados por agua, escalfado con la yema totalemente coagulada.
  • Frutas: zumos de frutas, batidas, en compota o enteras muy maduras.
  • Condimentos: nuez moscada y plantas aromáticas.
  • Leche, yogures, natillas, flanes y quesos pasados por la batidora.
  • Bebidas: Todas.
  • Grasas: mantequilla o margarina, aceite vegetal, nata líquida, crema de leche, bechamel.
Durante el periodo de diarrea y recuperación se evitará la fibra vegetal ya que aumenta el volumen intestinal y estimula el peristaltismo. Se evitará la leche, por su contenido en lactosa y por ser de digestión prolongada. Se suprimirán los guisos, fritos, embutidos y salados porque irritan la mucosa digestiva. Se evitarán las grasas por ser de digestión prolongada. Se evitará también el café y zumos de naranja azucarados.
Es frecuente ante una diarrea la utilización de remedios caseros como zumos, té o incluso con bebidas de cola, sin embargo es contraproducente debiado a que la ingestión de estos líquidos en caso de diarreas graves produce una elevación del contenido hiperosmolar y escaso en electrolitos.

Para más información: "Nutrición y dietética aplicada a las enfermedades"

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