sábado, 30 de noviembre de 2013

Tratamiento de la obesidad

El tema del que os hablaré hoy será un tema muy conocido por todos y muy ligado evidentemente al tema de este blog, y es la obesidad.

Aunque todos pensamos lo contrario, obesidad no es exactamente exceso de peso, sino que es adiposidad, es decir, exceso de tejido adiposo o graso, que se producto como consecuencia de ingerir a través de los alimentos más energía de la que el organismo necesita. Esta energía proviene de las grasas, hidratos de carbono, proteínas y alcohol.

La obesidad lógicamente tiene más prevalencia en países socioeconómicamente desarrollados, como ocurre en España, en donde alcanza cifras elevadas, como se muestra en la siguiente figura:


1. Prevalencia de obesidad en España distribuida por sexo.

Como se ha indicado la obesidad es el resultado de un balance energético desequilibrado, en donde los ingresos son superiores a los gastos, tal como se muestra en la parte superior de la siguiente figura:

2. Esquema energético del desequilibrio enrgético. A) Causa genérica de la obesidad. 
B) Sistema genérico de un tratamiento de adelgazamiento.


Ahora bien, ese balance desequilibrado se puede facilitar por causas genéticas  como una mayor o menor predisposición a acumular grasas, o por la existencia de determinadas enfermedades o por la administración de determinados fármacos. Las obesidades consecuendia de enfermedades son muy poco frecuentes, de tal manera que la mayor partede obesos deben de aceptar que comen más de lo que necesitan, aunque lo que coman les parezca que es poco.

Pero independientemente de esto, tanto en la obesidad exógena como en la patológica, el tratamiento es casi siempre reducienco la ingesta de alimentos y amentando la actividad física. Por lo tanto, el tratamiento adelgazante debe seguir unas pautas muy concretas que de manera general se esbozan a continuación:

  1. El tratamiento adelgazante debe ser siempre supervisado por un especialista.
  2. El adelgazamiento debe ser un proceso lento. Salvo en situaciones muy especiales donde peligre la vida del paciente debido a la especial morbidez de la obesidad, se recomienda que el adelgazamiento se produzca lentamente.
  3. La dieta no debe ser excesivamente hipocalórica, así, para que el proceso sea lento, se consigue con una dieta moderadamente hipocalórica. Además se suaviza el esfuerzo de dejar de comer y con una adecuada dosificación de menús, el régimen se hace llevadero.
  4. La dieta debe ser variada, es decir, contener todos los elementos como hidratos de carbono, proteínas, grasas, vitaminas y minerales. Pero, de estas dos últimas, en las mismas cantidades que en una dieta normal. Una dieta variada, por otra parte, no aburre al paciente.
  5. Mantener en lo posible los hábitos alimentarios. Lo recomendable es seguir unas pautas alimenticias alterando lo menos posible el patrón familiar y/o personal.
  6. Práctica de una actividad física adecuada. Pero siempre se tendrá en cuenta la edad y la magnitud de la obesidad para programar tareas físicas adecuadas.
  7. Adelgazar es eliminar grasa. Este punto es esencial ya que en todo régimen de adelgazamiento el objetivo único y último es la pérdida de grasa, de tejido adiposo y no de ningún otro componente corporal.
Obesidad y riesgos para la salud:

El aumento de mortalidad que se asocia a la obesidad se debe principalmente a los mayores riesgos de enfermedades cardiovasculares, elevación de la presión arterial, diabetes mellitus y posiblemente algunos tipos de cáncer.

a) Riesgo cardiovascular. La obesidad oblga a trabajar más al corazóny esta sobrecarga puede a medio plazo tener efectos sobre la función cardíaca. El obeso, por su perfil lipídico, está más expuesto a la arterioesclerosis. En efecto, en la obesidad el exceso de colesterol está unido a lipoproteínas de baja densidad (LDL) junto con una disminución de las de alta densidad (HDL). También en el obeso hay mayor prevalencia de hipertensión arterial.

b) Diabetes mellitus. La asociación obesidad y diabetes mellitus de tipo 2 o diabetes no insulinodependiente (DMNID) es tan clara que basta el siguiente dato: este tipo de diabetes es casi inexistente en individuos con IMC inferior a 22.

c) Cáncer. La incidencia de cáncer de endometrio y de mama postmenopáusica en la mujer, del cáncer de próstata en el varón y del cáncer colorrectal en ambos sexos está relacionada con el grado de obesidad.

d) Alteración de la vesícula biliar. Las enfermedades de la vesícula biliar aumentan de prevalencia con la obesidad y la edad, posiblemente en relación con la mayor excreción de colesterol con la bilis. Esto va a favorecer la precipitación de colesterol y la formación de cálculos biliares.

e) Trastornos respiratorios. En los grandes obesos puede aparecer apnea del sueño. Se cree que la apnea del sueña de tipo obstructivo se deve a la acumulación local de grasa en la región traqueofaríngea.

f) Problemas articulares. La mayor incidencia de artritis se debe indudablemente al traumatismo adicional que supone el aumento de peso. La prevalencia de gota también es mayor en obesos.

g) Problemas cutáneos. Entre los problemas cutáneos se da la actanosis nigricans, que se manifiesta por oscurecimiento de los pliegues cutáneos del cuello, los codos y los espacios interfalángicos dorsales. también existe un aumento de turgencia y friabilidad de la piel, lo que eleva el riesgo de infeciones por hongos en los pliegues cutáneos.

h) Problemas endocrinos. Un hecho constante es el incremento de resistencia a la insulina, ue conduce a la hiperinsulina. 
Los niveles de testosterona están disminuidos en varones.
En las mujeres se produce una menarquia anticipada, mayor frecuencia de ciclos irregulares y anticipación de la menopausia.

i) Alteraciones psicológicas. En personas obesas es frecuente los problemas psicológicos, por rechazo del propio cuerpo, lo que conduce en gran número de ocasiones a un agravamiento  de la columna alimentaria y también a dificutades de relación social.

j) Otras alteraciones. La infiltración grasa en determinados grupos musculares conduce a diversas patologías. En este sentido, cuando eso ocurre en los músculos del abdomen se pueden producir las correspondientes hernias. En el caso de las piernas, la acumulación grasa en los músculos, dificulta que la sangre vuelva al corazón (retorno venoso), produciendo así una dilatación de las venas de las piernas con una aumentada presión de la sangre en esos vasos, es decir, se producen venas varicosas.

La dieta de adelgazamiento:

La dieta del adelgazamiento debe ser hipocalórica, como ya hemos mencionado, pero hay que asegurarse que el paciente recibe todos los nutrientes (macronutrientes y micornutrientes). Como ningún grupo de alimentos contiene todos ellos ni en cantidad ni en calidad, todos los grupos de alimentos deberán estar presentes en la dieta hipocalórica. Así os hablamos de esta dieta más ampliamente en la siguiente entrada creada por nuestra compañera Vanessa.


Muchas gracias y ya saben, somos lo que comemos.

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