Aquí seguimos con la segunda parte de nuestro reportaje sobre el desayuno; en esta entrada os daré las indicaciones finales para que el desayuno sea vuestra barra de hormigón sobre la que cimentar la base de una buena alimentación y un gran día.
Si bien recuerdo íbamos por la indicación número 6, así que, allá vamos:
6. Cereales, siempre invitados a esta fiesta matutina del paladar
Un buen tazón de cereales integrales al desayuno disminuye el riesgo de sufrir un fallo cardíaco. Además estos alimentos contienen unos antioxidantes, los polifenoles, es una proporción equivalente a la fruta que juegan un papel protector frente al cáncer.
7. Como mucho, cual monarca
Decían los antiguos: "Desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo". No iban desencaminados, ya que un desayuno abundante previene la diabetes, reduce los problemas cardiovasculares y ayuda a adelgazar. Además, empezar el día con el estómago lleno proporciona energía, mejora el estado anímico y evita que piquemos entre horas.
Un reparto adecuado para una dieta normal de unas 2.000 calorías diarias sería ingerir casi la mitad (900) al desayuno, 700 a la comida y 400 en la cena.
8. Estómago lleno, corazón feliz
Quienes no se llevan nada a la boca al empezar el día tiene un 27% más de posibilidades de sufrir un ataque al corazón o incluso de morir por un fallo coronario. Además saltarse el desayuno es un factor de riesgo para desarrollar obesidad, hipertensión, colesterol elevado y diabetes. Además, un estudio publicado en el Environmental Health Journal revela que el nivel de plomo en la sangre de los niños que desayunan a diario es un 15% menor al de quienes no lo hacen.
9. Con un par de huevos
La colina, nutriente en el grupo de las vitaminas B que forma parte de los componentes esenciales del huevo, mejora la memoria a largo plazo y aumenta la capacidad de atención. Además tomar dos huevos a la hora del desayuno hace perder más peso que cualquier otro ingrediente -entre un 60% y un 65%- a quienes se someten a una dieta de adelgazamiento.
10. Azúcar como conciencia
Si se introduce en la colación matinal algún alimento dulce, sobre todo chocolate, es más fácil evitar antojos y picotear el resto del día (actúa como vocecita interior diciendo, no comas, no comas). Además, dejar de comer a primera hora vuelve los alimentos grasos y dulces más atractivos para el cerebro y, por tanto, induce a caer en una nutrición desequilibrada.
Y hasta aquí la segunda y final entrega de nuestras recomendaciones sobre el desayuno, espero les haya gustado, les escribe y les saluda Pablo, buenos días y, ¡a desayunar!
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