sábado, 30 de noviembre de 2013

Batalla contra la obesidad infantil

Buenas tardes. Hoy siguiendo en la misma línea de la entrada anterior, hablaremos de la obesidad, pero de una obesidad en concreto, de la obesidad infantil y para ello primeros debemos saber:

 ¿Qué es la obesidad infantil? 

Según la OMS define la obesidad como “una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud”, y que afecta “a todas las edades y grupos socioeconómicos”. La obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI..

Los niños obesos y con sobrepeso tienden a seguir siendo obesos en la edad adulta y tienen más probabilidades de padecer a edades más tempranas enfermedades no transmisibles como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares y a seguir siendo obesos si no se toman las medidas oportunas. El sobrepeso, la obesidad y las enfermedades conexas son en gran medida prevenibles. Por consiguiente hay que dar una gran prioridad a la prevención de la obesidad infantil.
Así mismo hay que distinguir el sobrepeso de la obesidad. Una persona tiene sobrepeso cuando su peso está por encima del aconsejado en relación con la talla, y esto se calcula con el IMC o índice de masa corporal. Se considera que existe sobrepeso cuando el IMC se encuentra entre 25 y 29,9, mientras que a partir de un IMC 30 se considera que la persona es obesa.

Diversos estudios han relacionado el sobrepeso durante la infancia con la obesidad al alcanzar la edad adulta, y los profesionales médicos advierten que hay que prevenir y tratar los problemas de peso desde la niñez para evitar que estos trastornos y las enfermedades asociadas a los mismos disminuyan la calidad de vida de la población.

- COMPLICACIONES DE LA OBESIDAD INFANTIL:

Los niños obesos tienen un riesgo considerablemente mayor de padecer estas enfermedades y de desarrollar obesidad mórbida, la forma más grave del trastorno, al llegar a la edad adulta.

El sobrepeso, además, puede tener consecuencias negativas sobre el desarrollo emocional de niños y adolescentes. La obesidad, a pesar de su prevalencia, no está bien vista socialmente y puede generar en las personas que la padecen, y especialmente en aquellos cuya personalidad no está formada, sentimientos de inferioridad y baja autoestima. Pueden sentirse rechazados y aislarse, además de desarrollar actitudes antisociales y depresión infantil. El aislamiento social lleva a mayor sedentarismo y a una ingesta superior de calorías, lo que cronifica el problema.

Otras complicaciones asociadas a la obesidad infantil son:
  • Es importante recordar que muchos trastornos del comportamiento alimentario, como la bulimia y la anorexia, también pueden estar relacionados inicialmente con el sobrepeso.
  • Un escaso aporte de fibra, debido a una dieta inadecuada, y la escasez de actividad física pueden originar estreñimiento infantil.
  • El exceso de peso supone una sobrecarga para los huesos y el aparato locomotor, disminuye la tolerancia al ejercicio físico, y provoca problemas respiratorios.
  • La obesidad también tiene consecuencias negativas para la piel, ya que favorece el desarrollo de infecciones en los pliegues, y la aparición de hematomas ante mínimos traumatismos.

- TRATAMIENTO DE LA OBESIDAD INFANTIL

La prevención de la obesidad infantil debe comenzar en los primeros años de vida del niño, ya que unos correctos hábitos alimenticios y un estilo de vida saludable, inculcados desde la infancia, son más fáciles de mantener durante la adolescencia y la adultez, y constituyen las mejores armas para evitar el sobrepeso.

La detección precoz y la instauración de medidas higiénico-dietéticas adecuadas pueden corregir el problema antes de que vaya a más. La intervención alimentaria debe estar orientada a conseguir que el peso del niño disminuya, pero sin interferir en su crecimiento y desarrollo. Lo más efectivo es confeccionar un menú equilibrado, que incluya todos los alimentos necesarios en las cantidades adecuadas, y establecer unas pautas de ejercicio físico, reduciendo todo lo posible las actividades sedentarias.

Es muy importante que la familia se involucre en este cambio de hábitos de vida, procurando realizar las principales comidas juntos, cuando esto sea posible, y participando en los deportes y actividades lúdicas activas junto al menor.

Los objetivos en el tratamiento de la obesidad infantil se establecen a largo plazo, ya que es conveniente que la pérdida de peso sea lenta y progresiva y lo que se persigue, además de eliminar el sobrepeso, es establecer un estilo de vida saludable, basado en una alimentación equilibrada y la práctica de ejercicio físico.

- CONSEJOS PARA PREVENIR LA OBESIDAD INFANTIL

Estos son algunos consejos que los padres deben tener en cuenta para prevenir la obesidad infantil en sus hijos:
  • No es conveniente prohibir totalmente ciertos alimentos, como los dulces, porque en su justa medida no son perjudiciales y no poder comerlos nunca puede generar ansiedad en los pequeños y rechazo por otros alimentos.
  • Es importante que el desayuno sea abundante y completo. Y hay que distribuir las comidas a lo largo del día (cuatro o cinco tomas).
  • En la merienda optar por fruta, lácteos o bocadillos (mejor de atún, sardinas o queso), en vez de dulces industriales.
  • Se debe limitar el consumo de refrescos azucarados, sobre todo durante las comidas, porque además de engordar, sacian al niño temporalmente y este deja de comer alimentos sanos.
  • Hay que procurar comer en familia siempre que sea posible para supervisar lo que come el niño (tanto qué como cuánto).
  • No utilizar nunca los alimentos como recompensa o castigo.
  • Los cambios en el estilo de vida deben ser paulatinos y a largo plazo, sin pretender que se produzcan pérdidas de peso significativas en poco tiempo.
  • Al comer fuera de casa, hay que elegir restaurantes donde se sirvan ensaladas, guisos y comida de tipo mediterráneo, en vez de comida rápida.
  • Es conveniente hacer ejercicio a diario, aunque solo sea dar un largo paseo. Si los padres tienen un estilo de vida saludable, el niño también.
  • Desde pequeño, acostúmbrale a jugar al aire libre y a permanecer activo, y reduce las horas de televisión, videojuegos, y otras actividades sedentarias.
  • Anímale para que se interese por la práctica de algún deporte, en grupo o individual. Seguro que hay alguno que le gusta y lo puede realizar como una actividad extraescolar, o los fines de semana.
Durante los primeros seis meses de vida, "la lactancia materna es el alimento ideal para el perfecto nacido". A partir de entonces, y hasta los dos años, su uso junto con otros alimentos conformarán la dieta del bebé, y así lo recomienda la OMS. Tomar pecho no sólo garantiza el crecimiento físico y mental, también desarrolla la inteligencia del pequeño y fortalece el vínculo afectivo con su madre. Además, le protege de futuras enfermedades inmunitarias como las alergias.

Poco a poco se irán introduciendo las verduras, las frutas, los cereales, las carnes magras (pollo, pavo y ternera), el pescado blanco (merluza, dorada...), el huevo, las legumbres, la pasta, el pescado azul y la leche de vaca. Se trata de que la alimentación sea lo más natural posible y la bebida preferencial, por supuesto, el agua.

En definitiva, la clave para evitar la obesidad está en mantener una dieta rica, natural y variada, pero también pasa por aumentar el tiempo que se dedica a la actividad física. En los últimos años, "los niños comen más y gastan menos energía".

Así, por último, os dejo un vídeo resumen de la compañía sanitaria ''Sanitas'' en el que nos indican las pautas necesarias para evitar la obesidad infantil.


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