jueves, 28 de noviembre de 2013

Episodio 4: La dieta equilibra, pirámide de los alimentos

Seguimos con esta segunda entrega de nuestra pequeña investigación sobre la dieta equilibrada, hoy, os hablaremos sobre la archifamosa pirámide de los alimentos. Comenzamos.


Aquí la tenemos, la flamante pirámide de los alimentos, una estrategia educativa para promover un modelo, o guía, para seleccionar una variedad de alimentos. La pirámide ha ido sustituyendo como elemento didáctico a la anticuada "rueda de los alimentos".



En la pirámide se pueden ver representados los diferentes grupos de alimentos y la importancia cuantitativa que deben tener en nuestra alimentación según el tamaño que ocupan en la pirámide. Así, vemos que la base de nuestra dieta deberían ser alimentos vegetales complementados con cantidades adecuadas de lácteos, cárnicos y aceites y grasas.

En la base de la pirámide están el arroz, el pan, los cereales y las pastas. En el segundo nivel tenemos las hortalizas y el grupo de las frutas. En el tercer nivel está el grupo de la leche y sus derivados. En el pico de la pirámide se incluyen las grasas y los dulces y la bollería.

Tecnicamente, la pirámide enfatiza una dieta alta en panes, cereales, arroz, pastas, vegetales, hortalizas y frutas. Estos alimentos contienen carbohidratos (que como comentamos en mi entrada anterior, son la base la una dieta) y fibras. Además algunas hortalizas tienen vitaminas A y C. Y estas comidas también son bajas en grasas.

Los productos lácteos, como la leche, el yogur y los quesos llenan tu organismo de calcio y proteínas. A estas comidas tienen "grasas invisibles", así que leer la etiqueta a la hora de comprarlos para seleccionar productos bajos en grasa. 


Para terminar, decir que es fácil aprender a aplicar los conceptos de la pirámide. Recordad que vuestra dieta debe basarse en la base de la pirámide y no en el pico.

Aquí termina esta segunda parte del reportaje sobre la dieta equilibrada, seguiremos analizandola en episodios venideros, espero os haya gustado, soy Pablo Souto, ¡buenos días!


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